diumenge, 22 de març del 2009

¿POR QUÉ NO?

Este es el inicio de mi vocación al sacerdocio ministerial. ¿Por qué no? Esta fue la pregunta que resonó en mi interior después de salir de misa un sábado por la tarde y que me ha marcado hasta el día de hoy.
Son muchas las cosas que han ocurrido y que en este espacio me sería imposible resumir. Fue un momento que me marcó en mi vida y que Dios me ha ido guiando hasta el día de hoy. No sabría como explicarlo pero a partir de ese día ya nada fue lo mismo. La sombra de ese pensamiento, de ese sentimiento interior que yo no lo había buscado, que yo nunca me lo había planteado surgió. Dios se había fijado en mí y me confiaba una misión y yo tenía que responderle. Fue un proceso largo, con muchas dudas, "enfados", "peleas", "negaciones", pero al final tuve que "rendirme" ante la Gloria de Dios.
Moisés, Isaías, Jeremías, Elías, Abraham,... y otros personajes de la Biblia también intentaron "escaquearse" de la misión que Dios les había concedido. Esto me ha hecho reafirmarme más en el camino que un día (después de más de 5 años de "resistencia") escogí. No fue fácil, y todavía, hoy día no me es fácil, por ello necesito vuestra ayuda.
Vosotros sois unos de los pilares en donde se fundamenta mi vocación. Ser un escogido, ser elegido por Dios no es un privilegio, sino una gracia, un regalo de amor que Dios te hace.
Hoy día Dios sigue llamando a muchos jóvenes, al igual que un día lo hizo conmigo, pero que el ruido de esta sociedad dificulta que lo puedan escuchar. Yo os pediría que rezarais para que sean capaces de escuchar a Dios y que de esta manera pueda decidir un día el camino que quieren escoger. Tenemos que llevar el mensaje de Dios a los más jóvenes, sembrar y sembrar para que nuestro Señor pueda recoger los frutos y con una actitud como la de Abraham, con FE. No depende de nosotros pero sin nosotros Dios no puede actuar en este mundo. Pongamos nuestras manos al servicio de Dios.

Xavier Sanchiz Julibert, seminarista