
Ayer 22 de junio de 2009, recibí vuestra aportación económica de manos de vuestro rector, Mn. Joan Lázaro (cuyo fin es resolver cuestiones básicas de supervivencia y de trámites para la búsqueda de Asilo político de mi familia) pero, desde antes de ayer, hoy y siempre percibo que Ustedes son también mi familia, ya que en poco tiempo lo han dado a saber con palabras sinceras, con vuestra presencia y amistad, vuestro apoyo emocional y sobre todo con vuestras oraciones.
Por su parte vuestras oraciones, han sido y serán la ofrenda más pura, poderosa y abundante que ayuda cuando el peso de la cruz es más fuerte de lo normal. Mi familia y yo sentimos que vuestras oraciones son el bálsamo que consuela y venda las heridas que han quedado en nuestra alma por la partida tan inesperada e injusta de nuestros seres queridos, pero igual, todo este duelo se le ofrecen al Crucificado quien ha vencido la muerte y el pecado...“Sólo El tiene palabras de vida eterna”.
Igualmente, sabemos que en su misericordia no dejará sin recompensa vuestra generosidad y del mismo modo, con mis familiares se ha sellado con vosotros un vínculo eterno a través de la oración, de manera especial, desde la Sagrada Eucaristía.
Unidos en el Señor y bajo la protección de la Virgen María procuraremos mantener el vínculo de la fe y del amor. Esta semana viajaré a Colombia a apoyar a mis familiares... los llevo en mi corazón.
José Iván Ortega Rozo (Pbro.) Joseivan162@yahoo.es